Durante los últimos 400 años las bibliotecas públicas han sido las instituciones encargadas de acumular, organizar, cuidar y compartir parte fundamental del conocimiento de las naciones. Libros, diarios, revistas, y documentos de todo tipo se han guardado en edificios de distintos tamaños y formas permitiendo el acceso público a la información. Desde la Ilustración las bibliotecas han constituido una tipología edificatoria particular de la cual la historia de la arquitectura ha dado cuenta de su transformación y adaptación en el tiempo.
Desde la irrupción de internet a fines del siglo 20 el mundo digital ha cambiado la manera en que se almacena y distribuye el conocimiento escrito, trasladándose desde el espacio físico de la biblioteca al espacio inmaterial provisto por internet. La información se ha democratizado al mismo tiempo que se ha desterritorializado. Sin embargo, esto no implica necesariamente el fin de las bibliotecas, sino que nos exige repensar su rol en este nuevo contexto.
Prueba de ello, en Chile la construcción de bibliotecas públicas ha tenido un nuevo impulso desde el Estado. En los últimos años, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, ha impulsado la iniciativa de que cada capital regional del país cuente con una gran biblioteca pública, con archivos y depósitos regionales para descentralizar el acceso a la información y la cultura. Estas bibliotecas públicas no solo buscan proporcionar acceso a una amplia gama de conocimientos y recursos, sino también fomentar la preservación y promoción del patrimonio cultural local y regional.
En vista de este renovado interés del Estado por construir nuevas bibliotecas públicas a lo largo de Chile; ¿Cómo deberían ser las nuevas bibliotecas públicas del Estado? ¿Qué tipo de urbanidad deberían promover en las ciudades? ¿Cómo deberían adaptarse a las condiciones geográficas y urbanas específicas de cada región? ¿La biblioteca se puede sostener sólo como un espacio de estudio y de silencio en función de la lectura y la acumulación de libros, o debe proponer nuevas formas de relacionarse con el conocimiento? ¿Cómo se debe pensar una biblioteca pública en la era de internet y de la información digital? ¿Qué nuevos usos debería incorporar para ampliar su vínculo con la ciudadanía?
Históricamente las bibliotecas se han organizado en la tensión binaria entre dos partes esenciales: el depósito de libros y las salas de lectura. Zonas densas para la acumulación de libros y zonas libres para la investigación y el estudio. Cómo los arquitectos han resuelto la tensión de esta dualidad ha sido fundamental en el desarrollo de las bibliotecas. El Taller estudiará la tipología de la biblioteca, describiendo su desarrollo en el tiempo y los distintos sistemas de orden y funcionamiento que la caracterizan. El estudio de la biblioteca como tipología, la decodificación de distintos sistemas de orden y sus necesidades programáticas y funcionales serán puntos claves a considerar. Este análisis de casos permitirá tener una mirada informada y crítica sobre el desarrollo de las bibliotecas, asumiendo que una biblioteca pública contemporánea debe atender otras necesidades y usos que las bibliotecas del pasado, redefiniendo la noción de lo público.
2do Semestre 2023
Código
TIP ARQ3071 – 15 créditos
TIA AQT100A – 20 créditos
TPT ARQ3603 – 20 créditos
Profesores
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