El Taller Inaugural del MARQ ‘inaugura’ la etapa de posgrado y supone un cambio significativo en la dinámica de talleres de arquitectura anteriores, desde soluciones ad hoc a encargos dados a entender el proyecto de arquitectura como un lugar epistemológico, de producción de conocimiento, de argumentos y posiciones, de dudas y fricciones, más allá de la entrega de soluciones. El taller asume la tensión entre práctica y teoría, oficio y disciplina, aceptando las complejidades y ambigüedades inherentes y estructurándolas como un bombardeo inicial de posibilidades para desestabilizar el estatus de objeto arquitectónico. Esto, con el objetivo de enfrentar (e incomodar) a los estudiantes a esta tensión, exponiéndolos a diferentes miradas y puntos de vista sobre los modos de prácticas y escalas de acción de la arquitectura.

El Taller inaugural del MARQ propone el diseño como una práctica crítica. Desde escalas extensas –como trozos de ciudad, o mínimas– como detalles constructivos. Desde dentro hacia fuera, y desde fuera hacia dentro, el taller entiende el edificio como el lugar donde reflexionar y enfrentar desafíos contemporáneos: sociales, ambientales, tecnológicos, urbanos y políticos, movilizando agencias a distintas escalas espaciales y temporales. Descentra el edificio al pensarlo desde lugares improbables como fragmentos urbanos, invenciones gráficas, o en base a la repetición de elementos inciertos. Con tales premisas, el Taller Inaugural testea ideas de futuro en unidades consecutivas, primero a través la experimentación con medios gráficos (como el dibujo y la fotografía), con artefactos (como modelos y prototipos) y por medio de la escritura (como argumento y narrativa). Al final de cada unidad, el taller invita a un profesor a comentar, discutir y reflexionar en torno a los proyectos realizados, en conversación con los estudiantes y el equipo docente.

El examen induce a los alumnos a tomar una posición individual, acercándolos a la formulación de una hipótesis propia del taller TIP, que le continua. Una hipótesis no es más que una toma de posición. En ese sentido, el Taller Inaugural del MARQ sitúa la práctica y el proyecto de arquitectura al servicio de la investigación: la especulación como un modo de práctica. Ideas construidas, argumentos dibujados y proyectos para hacerse preguntas son los filtros mediante los cuales el equipo docente selecciona distintos modos de hacer y formas de practica que empujan a la arquitectura de su ámbito responsivo, a uno especulativo.