El Taller propicia una serie de investigaciones proyectuales en las que la arquitectura enfrente las situaciones de complejidad, desde la caracterización de los tejidos genéricos en ciudades intermedias, las consideraciones particulares de las geografías urbanas hasta los términos de la sustentabilidad.

En esta oportunidad, se asumen problemas de sustentabilidad en sentido amplio en los que el proyecto de arquitectura puede colaborar para definir nuevas condiciones de legibilidad y nuevas situaciones de intensidad urbana en la periferia de la ciudad, pero también las condiciones de algunos poblados históricos que enfrentan el desafío de un rol productivo en la estructura regional.

Así, se pretende que la arquitectura, sin dejar de lado la definición escalar que tradicionalmente ha centrado su concepción en el edificio, amplíe sus horizontes de complejidad para operar como artefactos o dispositivos que asuman desafíos sustentables, de la cultura y la sociedad.  Se trata entonces de recoger en la forma las condiciones que una nueva cultura le solicita a la arquitectura, y donde las prácticas de definición del proyecto incorporan desde la configuración programática, las técnicas del control ambiental, y donde las propias de la composición, quedan menos patentes en la forma aunque asumen una mayor importancia instrumental.

Se trata entonces de generar arquitecturas o infraestructuras catalizadoras de vida pública, en situaciones de dificultad, en tejidos urbanos deteriorados, en continuidades urbanas genéricas, en relación a particulares situaciones geográficas, en riesgo, en ambientes históricos que están perdiendo toda capacidad de sostén. El lugar que proponemos es Arica y su región, urbanización y geografía. Desde los años 50 y hasta promediados los 70, la ciudad estableció un modelo de desarrollo urbano y con programas a largo plazo, en el que la arquitectura tuvo un rol protagonista. La Junta de Adelanto promovió desde 1959, la idea de una ciudad justa, con la mayor calidad de vida, integrando las condiciones que el paisaje proponía y conformando tejidos urbanos notables. Fue así que se construyeron en la ciudad un conjunto altamente cualificado de edificios que promovieron además las búsquedas de una arquitectura nueva y original.

Los crecimientos a partir de los años 80, fueron realizados por paños completos de conjuntos de vivienda estableciendo notorias diferencias con los anteriores de mayor calidad y cualificados por equipamientos y servicios. Los nuevos crecimientos dejaron a la ciudad sin una clara estructura colectiva y de significación en el espacio urbano, hasta invadir condiciones de extremada particularidad paisajística con un tejido urbano genérico, con una configuración repetitiva y monótona, con una subdivisión del suelo que poco propicia la particularidad.  El taller buscará proponer edificios que como dispositivos  arquitectónicos puedan integrar la multiplicidad de actividades y dinámicas capaces de caracterizar los tejidos genéricos; atendiendo a la relación entre localización, situación y programa. También trata de restituir la confianza en una forma de hacer arquitectura que puede aportar en la legibilidad urbana, en la identidad y la sustentabilidad de los ambientes en los que se incorpore, asumiendo la capacidad de asumir importancia en las condiciones culturales del presente.